Infundibulum Scientific

CONFLICTO RUSO-UCRANIANO, APROXIMACIÓN GEOPOLÍTICA DE LA POSICIÓN DE ESPAÑA

Zanon Yacouba TRAORÉ
Enseignant-Chercheur
Université Alassane Ouattara

Resumen

Este artículo pone de manifiesto la implicación de España en el conflicto ruso-ucraniano. Para llevar a cabo esta reflexión, en primer lugar, se abordó el contexto de la conflagración, cuestionando el discurso occidentalo-centrado dominante. En segundo lugar, se expuso la posición de España, Estado miembro de la Unión Europea (UE) y de la Alianza Militar Euroatlántica (OTAN) ante la crisis. Por último, se enumeraron las repercusiones humanitarias, económicas y geopolíticas de la crisis en España. El enfoque analítico-descriptivo, en esta actividad de investigación, ha favorecido una mejor comprensión de las implicaciones de esta importante guerra en el territorio euroasiático.

Palabras clave: Rusia-Ucrania, Unión Europea, posición española, consecuencias, política

Conflit russo-ukrainien, implication géopolitique de la position de l’Espagne

Résumé

Cet article met en évidence l’implication de l’Espagne dans le conflit russo-ukrainien. Pour mener à bien cette réflexion, d’abord le contexte de la conflagration a été abordé, en mettant en cause le discours occidentalo-centré dominant. Ensuite, la position de l’Espagne, État membre de l’Union européenne (UE) et de l’Alliance militaire euro-atlantique (OTAN) face à la crise a été exposée. Enfin, les répercussions humanitaires, économiques et géopolitiques de la crise sur l’Espagne ont été énumérées. L’approche analytico-descriptive, dans cette activité de recherche, a favorisé une meilleure compréhension des implications de cette importante guerre sur le territoire eurasien.

Mots-clés : Russie-Ukraine, Union Européenne, position espagnole, conséquences, politique.

Russian-Ukrainian conflict, geopolitical approximation of Spain’s position

Abstract

This paper highlights Spain’s involvement in the Russian-Ukrainian conflict. To carry out this reflection, first of all the context of the conflagration was approached, challenging the dominant Western-centered discourse. Then, the position of Spain, Member State of the European Union (EU) and the Euro-Atlantic Military Alliance (NATO) in the face of the crisis was exposed. Finally, the humanitarian, economic and geopolitical repercussions of the crisis on Spain were listed. The analytical-descriptive approach, in this research activity, has fostered a better understanding of the implications of this important war on Eurasian territory.

Keywords: Russia-Ukraine, European Union, Spanish position, consequences, political.

Introducción

Detrás del conflicto ruso-ucraniano iniciado a la madrugada del 24 de febrero de 2022, se perfilan distintos antecedentes geopolíticos significativos que cabría recordar. En efecto, al firmar el Tratado Dos más Cuatro[1] del 12 de septiembre de 1990, la Unión Soviética tuvo que abandonar la República Democrática Alemana (RDA), es decir, la Alemania del Este, una posesión territorial muy estratégica que controlaba desde la victoria de los Aliados durante la segunda Guerra Mundial. Por lo tanto, las tropas soviéticas salieron de Europa occidental, en concreto, de Alemania que se reunificara para incorporarse a la OTAN.

En cambio, la OTAN no se ampliaría a los países del Este (M. Gorbachov, 1996, p. 675). El problema es que nunca se escribió, con mayor minuciosidad, las cláusulas de este tratado: objeto de controversias. La OTAN no ha dejado su imperialismo en los antiguos territorios del Pacto de Varsovia. No sólo se expandió hacia el Este (al menos cinco veces), sino que incorporó los Estados Bálticos (Estonia, Lituania y Eslovenia) fronterizos de Rusia. Como si no fuera suficiente, la OTAN solicita la adhesión de Georgia y Ucrania, últimos Estados fronterizos de Rusia.

De allí, la inquietud de Moscú. ¿Qué Estado se atrevería en aceptar la alta militarización de fuerzas enemigas en su vecindad inmediata? Ningún Estado serio lo aceptaría. Así fue como en octubre de 1962, los Estados Unidos (EE. UU) rechazaron rotundamente la presencia de los misiles soviéticos en Cuba. Como si el pueblo soberano de Cuba no tuviera el derecho a decidir de sus socios para su futuro. Frente a la intransigencia norteamericana, se retiraron los cohetes nucleares de la URSS de la Isla de Cuba.

Es que tras la desintegración de la Unión Soviética el 25 de diciembre de 1991, Bielorrusia, Rusia y Ucrania han permanecido unidas debido a su singular historia. Rusos, bielorrusos y ucranianos son un mismo pueblo eslavo. Comparten la misma Iglesia ortodoxa y hablan lenguas muy cercanas. Los intercambios económicos entre Rusia y Ucrania son densos. Según C. Guicherd (2002, p. 685) «el 90 % de las importaciones de gas y el 70 % de las importaciones de petróleo ucranianas proceden de Rusia o pasan por su territorio y «los oligarcas» rusos controlan los sectores clave de la economía ucraniana.

Más allá de la dimensión económica, Ucrania ocupa una posición estratégica en Eurasia. Segundo país más grande de los 15 procedentes de la URSS – tras Rusia- Ucrania comparte más kilómetros de fronteras con Rusia. Por la historia y la geografía, ambos Estados son interdependientes. Por ello, el ideólogo A. Dugin (1997, p. 199) advirtió que: «Ucrania como Estado independiente […] representa una grave amenaza para toda Eurasia, y mientras no se resuelva el problema ucraniano, será absurdo discutir de geopolítica continental».

Pese a estas advertencias, Ucrania no sólo se alejó de la Federación de Rusia sino también se alzó contra ella. El detonante de esta rebelión ucraniana es el golpe del Estado del 23 de febrero de 2014 contra el presidente Víctor Yanukóvich. Este derrocamiento favoreció la anexión de Crimea y la guerra del donbás. A partir de este hecho, Ucrania no deja de acercarse de la UE y de la OTAN, en detrimento de Rusia, su zona de influencia tradicional provocando la ira de esta última.

Fue en este contexto que la Federación de Rusia lanzó la operación militar especial del 24 de febrero de 2022, con motivo de desmilitarizar, desnazificar y pacificar Ucrania.

En lo que atañe a España, cabe retener que diversos Estados la separan de la zona en conflicto (Rusia y Ucrania) sin embargo no queda intacta de sus repercusiones humanitarias, económicas y geopolíticas. Para mejor entender esta situación, que no deja de derramar mucha tinta y saliva, conviene deconstruir, a veces, el discurso dominante bastante euro-centrado y occidentalo-centrado a cerca del conflicto. Además, cabría mencionar la postura de España ante esta coyuntura y terminar por los impactos y ramificaciones de esta crisis en el reino de España.

A la luz de lo expuesto anteriormente, se me viene a la mente una serie de interrogantes: ¿Cuál es el contexto de la crisis entre Rusia y Ucrania, dos Estados hermanos? ¿Cuál es la postura de los gobernantes de España y de sus actores no estatales frente al conflicto ruso-ucraniano? ¿Cuáles son los posibles impactos directos e indirectos de esta crisis en España?

Partiendo de la hipótesis según la cual la crisis ruso-ucraniana de 2022 tiene distintos efectos directos e indirectos sobre España cuya postura es muy clara frente a esta situación de conflictividad, este estudio de tipo analítico-descriptivo ha sido estructurado en torno a tres apartados. La primera parte trata del contexto de la crisis ruso-ucraniana, el segundo apartado se enfatiza en la postura de España ante la escalada de la violencia mientras que la última está dedicada a las repercusiones del conflicto ucraniano en España.

  1. La contextualización del conflicto ruso-ucraniano de 2022

Para mejor entender el contexto del conflicto ruso-ucraniano de 2022, cabe dividir este apartado en dos grandes puntos. En esta perspectiva, analizaremos primero la lucha de influencia geopolítica entre Rusia y Estados Unidos a cerca de Ucrania, segundo la emergencia de los movimientos ultranacionalistas ucranianos llamados neonazis por la Federación de Rusia. Según los dirigentes rusos, son los neonazis los principales responsables de las actuaciones anti-rusas igual que de las gravísimas violaciones de los derechos humanos en Ucrania.

  1. 1. La lucha de influencia geopolítica entre Rusia y EE. UU

Tras la dislocación de la Unión Soviética, en diciembre de 1991, Ucrania, disponía de armas nucleares igual como Rusia, Bielorrusia y Kazajstán. Pero el nuevo Estado ucraniano terminó por ratificar (como Bielorusia y Kazajstá) el Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares (TNP) el 5 de diciembre de 1994 en Budapest. Ucrania cedió su logística militar (a Rusia) a cambio de unas garantías de seguridad internacional.

Sin embargo, desde la independencia de Ucrania, el país ha estado dividido entre dos polos de influencia: Rusia o Europa. Es una división clásica y bastante antigua. No es una vuelta a la guerra fría ya que esta no tiene nada de ideológica. Los problemas geopolíticos entre Rusia y la Unión Europea a cerca de Ucrania se deterioraron mucho a partir de mediados de 2009 cuando Ucrania tuvo que colaborar sea con el Este (Rusia y sus socios de la Comunidad de Estados Independientes) sea con el Oeste (EE. UU y sus aliados de la Unión Europea). La lucha entre Rusia y EE. UU para «controlar» la Ucrania postsoviética no fue siempre pacífica. En 2003, tuvo lugar un incidente fronterizo bastante grave entre Rusia y Ucrania a cerca del Estrecho de Kerch en la zona del islote de Tuzla. Además, se suele sospechar las ONGs y fundaciones norteamericanas (Fundación Carnegie, por ejemplo) en financiar acciones subversivas en esta región.

En Bielorrusia, la revolución azul (o en jean) o el golpe de Estado contra el presidente pro-ruso Alexander Lukashenko fue un fracaso. Pero, la revolución georgiana causó la dimisión del presidente pro-ruso, Eduard Shevardnadze, en noviembre de 2003. En cuanto a la revolución naranja de 2004 en Ucrania, provocó la invalidación de la victoria electoral del presidente pro-ruso Viktor Yanukóvich y, más tarde, la victoria de su rival pro-occidental en la persona de Viktor Louchtenko, en diciembre de 2004. Este evento causó un giro rotundo en la vida del Estado ucraniano de la era postsoviética.

Ucrania dejó Rusia a favor del Oeste. Sin embargo, los efectos de la recesión de 2007 paralizaron este sueño occidental. El antiguo presidente pro-ruso Viktor Yanukóvich volvió al poder tras derrotar a su rival pro-occidental Viktor Louchtchenko (presidente saliente) a favor de las elecciones presidenciales de 2010. Vicktor Yanukóvich, se encontró con un Estado dividido entre partidarios de una integración con el Este y los de un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea. Esta última tendencia fue apoyada por formaciones ultranacionalistas muy violentas, los Estados occidentales y la prensa internacional.

Aquellos actores fueron los que protestaron contra el proyecto de reforma lingüística de 2012, defendiendo que se trataría de un medio de rusificación de Ucrania. A decir verdad, no se trataba de abandonar una de las 13 lenguas oficiales del Estado sino atribuir a la lengua rusa, el estatuto de segunda lengua.

Con motivo de renunciar a firmar un acuerdo de asociación con la Unión Europea el 21 de noviembre de 2013 por parte del presidente pro ruso Víktor Yanukóvich, sus adversarios occidentales lo consideraron como un crimen de lesa majestad. Por lo tanto, alimentaron distintos disturbios callejeros. Los insurgentes armados atacaron la Plaza de la Independencia de Kiev el 18 de febrero de 2014 hasta el golpe del Estado del 23 de febrero de 2014, que se apresuraron en bautizar como una «revolución» de Maidán (2014)».

Ante esta toma del poder por vías anti-democráticas, las fuerzas democráticas ucranianas formaron un movimiento anti-Maidán. Fue en esta condición que se anunció la reintegración de la península de Crimea en Rusia (en marzo de 2014) y, más tarde, la proclamación de las repúblicas de Donetsk y Lugansk en la parte oriental de Ucrania (donbás).

Durante los acuerdos de Minsk del 12 de febrero de 2015, las autoridades ucranianas y los separatistas pro rusos firmaron un alto el fuego. Sin embargo, en aquel entonces, Ucrania estaba ocupada por diversos grupos paramilitares de la extrema derecha.

  1. 2. La influencia de los grupos neonazis en Ucrania

Los llamados grupos neonazis son aquellas agrupaciones paramilitares de la extrema derecha ucraniana. En los militantes neonazis, los hechos históricos se reinterpretan bajo una luz revisionista que puede llegar hasta la negación del Holocausto. Desde el punto de vista de los neonazis, la diversidad étnica y la pluralidad de la sociedad representan una amenaza para la existencia de su propio pueblo. La democracia constitucional es rechazada en su conjunto y denunciada como un «régimen de ocupación» (D. M. Pourbaix-Lundin, 2011, p. 8).

Ucrania cuenta con más de diez movimientos neonazis distintos de las agrupaciones nacionalistas clásicas. Sin embargo, se suele evocar tres (3) grupos neonazis más destacados en la prensa internacional, a saber: Svoboda, sector Derecho y Azov. Svoboda predominó el terreno antes del Euromaidán de 2014 antes de inclinarse a favor de Sector Derecho durante la «revolución» del mismo año. Éste último grupo neonazi perdió su gran influencia en la era post-Maidán a favor del batallón Azov.

Primero, cabe enseñar que Svoboda era un partido político clásico de Ucrania creado oficialmente el 16 de octubre de 1995. La «Unión Panucraniana Libertad» (el otro nombre del Svovoda) se incorporó en el movimiento paramilitar «Patriotas de Ucrania» en 1999. Promotor por excelencia del ultranacionalismo ucraniano en aquel entonces, Svoboda evolucionó poquito a poco hasta alcanzar un resultado bastante significativo durante las elecciones legislativas de 2012. Durante los acontecimientos de febrero de 2014 conocidos como el Maidán, el movimiento Svoboda liderado por Oleh Tyahnybok perdió su representatividad coincidiendo con el auge de un movimiento de extrema derecha más violento: Sector Derecho.

Segundo, cabe notar que Pravyj Sektor o Sector Derecho, fue creado en noviembre de 2013 para reunir todas las organizaciones paramilitares de extrema derecha de Ucrania. El 22 de marzo de 2014, el movimiento fue convertido en partido político. Con este cambio estratégico, el líder Dmytro Laroch, pretendía tener un peso electoral dado que los miembros de Sector Derecho eran los principales agitadores de los acontecimientos del Maidán. Acostumbrados a las movilizaciones sociales y violentas, enfrentaron muchas veces a la policía nacional y perturbaron violentamente las manifestaciones Anti-Maidán en Ucrania.

Los combatientes neonazis de Sector Derecho entrenaron a varios voluntarios ucranianos para llevar a cabo la llamada «lucha antiterrorista» contra los separatistas pro rusos del Donbás. Tras diversas deserciones de los responsables paramilitares de Sector Derecho (los casos de Andrei Biletski de la Asamblea Social Nacional (SNA) en 2014 y de Konstantin Fouchteï de la UNA-UNSO en 2015), la estructura se fragilizó. La dimisión de Dmytro Iaroch (primer responsable del Sector Derecho) coincidió con el auge del batallón Azov.

Tercero, el grupo neonazi ucraniano más destacado, en la actualidad, es sin lugar a dudas, el batallón Azov. Creado en mayo de 2014 por Andrei Biletski, Azov cuenta con unos activistas procedentes del movimiento de extrema derecha de la «Asamblea Social Nacional» conocida como «SNA» destacada anteriormente en Jarkov. Azov fue integrado oficialmente en las fuerzas regulares ucranianas primero como un «batallón especial del Ministerio del Interior», luego como «regimiento» y ubicado bajo las órdenes de la Guardia Nacional del Ministerio del Interior en 2014. Los combatientes de Azov lucharon eficazmente contra los separatistas rusófonos hasta el punto de liberar algunas ciudades como Mariupol.

En pocas palabras, la crisis ruso-ucraniana de 2022 ha llegado en un contexto marcado esencialmente por la lucha de influencia entre dos bloques opuestos: Oeste y Este para controlar Ucrania. Este desafío geopolítico desembocó en la aparición de diversos grupos más bélicos que políticos. Constituyen una verdadera amenaza para la paz y la seguridad.

Estos movimientos neonazis tienen unos militantes y simpatizantes en España, un país que interviene de un modo u otro en la crisis de Ucrania.

  1. La posición de España en la crisis ruso-ucraniana 

Al evocar el conflicto diplomático-militar de Rusia y Ucrania de 2022, se imagina que no tiene nada que ver con España que está muy lejos de la zona del conflicto. Sin embargo, el reino de España no es un nada neutral en la crisis ucraniana. En efecto, España está involucrada en el conflicto ruso-ucraniano de un modo u otro. España es miembro de la OTAN (desde el 30 de mayo de 1982) y de la Unión Europea (desde el primero de enero de 1986). Por la membresía de estas dos instituciones, el Estado Español no puede prescindirse de la situación de Ucrania. Más allá, diversos actores no estatales provenientes de España intervienen en la crisis. E incluso, la guerra actual Russia-Ucrania tiene efectos inesperados sobre toda la UE; una institución a la que pertenece España.

Desde el inicio de la operación militar del 24 de febrero de 2022, los 27 se reunieron para condenar Rusia y Biolorrusia.

El Consejo Europeo condena con la máxima firmeza la agresión militar no provocada e injustificada que la Federación de Rusia ha llevado a cabo contra Ucrania. Con las acciones militares ilegales que ha emprendido, Rusia está violando gravemente el Derecho internacional y los principios de la Carta de las Naciones Unidas y socavando la seguridad y la estabilidad europeas y mundiales […] El Consejo Europeo condena asimismo enérgicamente la participación de Bielorrusia en esta agresión contra Ucrania y la insta a que se abstenga de tales acciones y a que cumpla sus obligaciones internacionales (Consejo Europeo, 2022, p. 1).

Es que no sólo los países miembros de la Unión Europea condenaron la intervención rusa en Ucrania sino aplicaron paquetes de medidas restrictivas adicionales. Lo novedoso en las sanciones de 2022 de la UE es, el «botón nuclear económico», o sea, la exclusión inesperada de la Federación de Rusia del sistema de mensajería SWIFT (fundado en 1973 y domiciliado en Bélgica). En inglés, SWIFT designa Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication, en otras palabras, la Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales.

La exclusión de Rusia de este mecanismo interbancario de transferencias de fondos y pagos de forma rápida afectó varios bancos rusos: Sovcombank, Novikombank, VTB, Bank Otrkitie, VEB, Promsvyazbank y Bank Rossiya. Ya no pueden emitir ni recibir pagos con las entidades bancarias del extranjero.

Además, la Presidenta de la Comisión Europea anunció la congelación de los activos del Banco Central de Rusia localizados en Europa. La ambición de la Institución continental consiste en recuperar las reservas de cambio, perturbar el mercado financiero ruso, bajar el valor del rublo ruso hasta precipitar la Federación Rusa en una situación inflacionaria.

La postura del presidente del Gobierno de España, P. Sánchez (2022) ha sido precisa: «España se mostrará solidaria con las poblaciones afectadas por este conflicto. […] Por eso la Unión Europea y el resto de aliados de la Unión Europea hemos aprobado un primer paquete de sanciones con un objetivo claro, que es impedir que prosiga las agresiones del gobierno de Putin, que ya, por desgracia, han costado demasiadas vidas (P. Sánchez, 2022, p. 2).

A la luz de lo expuesto, resulta que España tiene una posición clara en cuento a la guerra de Ucrania. No sólo España aplica las restricciones económicas, financieras e individuales impuestas por la UE a Rusia sino también contribuye en la financiación de la guerra. Según el Alto Representante de la los 27 para los Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, en la persona de Josep Borrell, la Unión Europea

…va a asignar otros 500 millones de euros del Fondo Europeo para la Paz para que el ejército ucraniano obtenga armas para defender a su país y su pueblo y que se suman al paquete de mil millones de euros, cifra sin precedentes, que liberamos desde el comienzo de la invasión. Nuestro apoyo asciende ahora a 1.500 millones de euros para armamento (J. Borrel citado por R. Ruiz 2022, p. 49).

España contribuyó en la financiación de la guerra ucraniana mediante la UE. La postura del Gobierno de España ha sido precisa: una «total y rotunda condena» y como si no fuera suficiente, Pedro Sánchez se fue a Ucrania el 21 de abril de 2022 y en compañía de su homólogo ucraniano (Volodimir Zelenski) ambos aprovecharon para afinar sus posiciones en materia de seguridad internacional. Cabe señalar que España preparaba la Cumbre de la OTAN de los 29 y 30 de junio de 2022, en Madrid, coincidiendo con el 40° aniversario de la adhesión de España en la Alianza euroatlántica.

La OTAN considera la intervención de Rusia en Ucrania como una agresión que se inserta en el marco de la invasión de Crimea en 2014. Frente a esta situación, aunque Ucrania no sea miembro de la OTAN, se ha considerado Rusia como la mayor amenaza en la zona europea.

Dicho de este modo,

La Alianza Atlántica ha desplegado en el este de Europa elementos de su Fuerza de Respuesta (NRF) y ha incrementado su presencia defensiva por tierra, mar y aire, bajo el mando directo de la OTAN y con el apoyo de las fuerzas nacionales de los aliados. Los aliados han reforzado los cuatro batallones multinacionales que se establecieron en 2017 en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia y han acordado establecer cuatro batallones más en Bulgaria, Hungría, Rumania y Eslovaquia. Las tropas españolas son el segundo mayor contingente en el batallón de Letonia, que lidera Canadá (V. Hernández, 2022, p. 27).

En efecto, desde la anexión de Crimea en 2014, la OTAN intensificó sus actividades en la zona y el ejército español se sumó al batallón de Letonia. Los soldados españoles están en Adazi (a unos 120 kilómetros de Rusia). Son unos 350 efectivos de España que participan en la misión de la fuerza de Presencia Avanzada Reforzada que conviene añadir a otros 300 soldados españoles que participan en las operaciones militares de la OTAN en el Mar Negro. Hay unos 150 efectivos de España que participan en la Policía Aérea del Báltico en Bulgaria.

Con la operación militar rusa de 2022, el gobierno de España facilitó diversos medios a los combatientes ucranianos.

España acababa de enviar 200 toneladas de material militar, el mayor envío realizado por nuestro país, que duplicaba el volumen entregado hasta entonces. El cargamento fue transportado por el buque del Ejército Ysabel, que partió con municiones y material militar crítico para Ucrania. Además, desde el pasado 27 de febrero, el Ministerio de Defensa español ha enviado trece vuelos militares para transportar diverso material sanitario, de protección militar (incluyendo una ambulancia blindada), armamento ligero (ametralladoras ligeras y pistolas), numerosos lanzagranadas contracarro y una cantidad considerable de munición de diversos tipos (R. Ruiz, 2022, p.50).

Más allá de estos mecanismos intergubernamentales (UE y OTAN), España está involucrada en la crisis ruso-ucraniana mediante unos actores no estatales. Diversos humanitarios españoles están desplegados en las zonas de conflicto de Ucrania como Járkov, Odesa, Luhanska, Donetska, Kharkivska… mientras que otros están acogiendo a los refugiados ucranianos en España. Entre otras Organizaciones No Gubernamentales (ONG), se me viene a la mente la ONG valenciana Fundación Juntos por la Vida (destacada por traer a España a numerosos niños procedentes de Ucrania) igual que Save the Children y la Cruz Roja Española. Según la representación nacional de esta última ONG internacional,

En España, han sido más de 112.000 las personas atendidas por Cruz Roja en el sistema de acogida. Cruz Roja Española ha desplegado en los seis meses que dura la escalada del conflicto a 32 delegados y delegadas internacionales en distintas rotaciones para colaborar con la Federación Internacional de la Cruz Roja en la gestión del voluntariado, logística, coordinación sobre el terreno, distribuciones, asuntos de protección de género e inclusión, salud, agua y saneamiento, despliegue y atención de albergues, medios de vida y soporte en remoto del software desarrollado en España para la gestión de voluntariado en las Sociedades Nacionales (Cruz Roja Española (Cruz Roja Española, 2022, p. 2) .

Ni las acciones de disuasión de la OTAN, ni el envío de municiones y material militar a Ucrania frenaron la operación militar rusa en Ucrania causando diversos efectos y ramificaciones en Europa en general y en España en particular.

  1. Los efectos del conflicto ruso-ucraniano en España

Hasta hoy en día, no se ha detenido el cañón en Ucrania. Sin embargo, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) acaba de anunciar que, desde el inicio del conflicto hasta el 23 de junio de 2022, se registraron unas «10.506 víctimas civiles: 4.677 muertos y 5829 heridos en Ucrania (ACNUDH, 2022).

Más allá de estos datos provisionales, cabe resaltar que la conflagración en Ucrania ha tenido distintos impactos y ramificaciones en el mundo. España no ha quedado intacta. Desde un punto de vista humanitario, la magnitud de la devastación ha llegado a niveles aterradores de imaginar, dadas los flujos migratorios, sin precedentes, tanto al nivel interno como internacionalmente.

Ya en el mes de abril de 2022, se resaltó que «hay más de cinco millones de ucranianos que han tenido que abandonar su país y 6,5 millones de desplazados internos (de ellos, casi tres millones niños). […] España es el sexto país de la UE que más desplazados ha recibido, más de 137.000 personas, de los que más de 66.000 ya se han acogido al régimen de protección temporal. (R. Ruiz, 2022, p. 51). La acogida imprevista de tantos ucranianos en España afecta no sólo el presupuesto del Estado sino también a las familias de acogida.

Resulta difícil determinar, con exactitud, el número de los que sufren padecimientos mentales como consecuencia de esta crisis de Ucrania. Es de pensar en aquellas que presenciaron las peores atrocidades (ejecuciones extrajudiciales, violación de mujeres, tratamientos inhumanos…) en la zona de guerra antes de llegar a España. En la actualidad, estas víctimas deben de necesitar un apoyo psicosocial para reconstruir su vida en España. Lo peor es que no tienen trabajo ni medios financieros.

Los efectos económicos de la contienda ucraniana se perciben por el decrecimiento de las actividades comerciales y financieras por todas partes en el mundo. El estancamiento económico junto con la inflación que está azotando España está ligado, entre otros, a los fuertes incrementos de los precios de las energías, a la crisis alimentaria y a las restricciones occidentales. Lo que no se puede negar es que un año antes del estallido del conflicto armado de 2022 en Ucrania, los precios de las energías ya se habían multiplicado en Europa.

Con el inicio de la crisis, se notó una escalada de los precios del gas natural, de la electricidad y del petróleo en España. Por ejemplo, A modo ilustrativo, el 8 de marzo del año 2022, el precio medio de la electricidad del mercado diario en España ascendió a 544,98 €/MWh, alcanzando ese mismo día su valor horario máximo de 700 €/MWh en el pico de consumo de la noche (hora 20), cuando el precio medio de la electricidad desde la liberación de la generación en el año 1998 se sitúa en el entorno de los 45 €/MWh, es decir, más de diez veces.[…] el 7 de marzo de 2022, se registró en el mercado ibérico de gas (MIBGAS), el récord al cierre del producto con entrega el día siguiente (D+1) de 214,36 €/MWh, es decir, de nuevo diez veces superior a la medida del gas natural desde la entrada en funcionamiento de MIBGAS (BOE, 2022, p. 2-3).

La guerra de Ucrania intensificó los ya mencionados incrementos de precios de los hidrocarburos afectando algunos sectores de la vida social como el transporte, la industria y la ganadería. Una situación que ha desembocado en el aumento de la tasa de inflación perjudicando más a las clases humildes que carecen de alimentos.

La situación de Ucrania está causando una crisis alimentaria, sin precedentes, con repercusiones significativas sobre el suministro mundial de cereales y fertilizantes que son importantes para la alimentación humana, la producción animal y pesquera. Es que

Ucrania y Rusia son actores principales en el mercado mundial de cereales y oleaginosas. Ucrania representa el 10 % del mercado mundial del trigo, el 13 % del mercado de la cebada, el 15 % del mercado del maíz y es el actor más importante en el mercado del aceite de girasol (más del 50 % del comercio mundial). Por lo que respecta a Rusia, estas cifras son respectivamente el 24 % (trigo), el 14 % (cebada) y el 23 % (aceite de girasol). Rusia es también un importante exportador de pescado blanco, en particular de abadejo de Alaska para la industria de transformación (16 % del suministro) […] España importa de Ucrania anualmente una media de 2,7 millones de toneladas de maíz, el 22 por ciento de las importaciones españoles y es el segundo proveedor después de Brasil. También importa 233.000 de toneladas de torta de girasol, que suponen el 68 por ciento de las importaciones que España realiza de este producto, así como aproximadamente 500.000 de toneladas de aceite de girasol (BOE, 2022, p. 6-7).

A la luz de lo ya anterior, resulta que Rusia y Ucrania ocupan una buena posición en materia de suministro de materias primas en Europa en general y en España en particular. Los Estados occidentales adoptaron diversas medidas económicas, financieras e individuales contra Rusia y Bielorusia. La adopción de diversos paquetes de medidas restrictivas por parte de Europa contra Rusia no parece eficaz.

A decir verdad, los Estados occidentales parecen ignorar que es Europa la que depende de las materias primas y energéticas de Rusia. Además, resulta que los Estados occidentales parecen infravalorar la capacidad de resistencia y de resiliencia de la Federación rusa al iniciar esta operación militar en Ucrania.

La crisis ruso-ucraniana de 2022 ha tenido unas repercusiones geopolíticas y diplomáticas entre España y Argelia. La pieza clave de la reciente tensión entre España y Argelia es la cuestión del Sáhara Occidental. En efecto, Argelia suspendió el Tratado de Amistad, Buena Vecidad y Cooperación con España en junio de 2022, para protestar contra la nueva posición de España a cerca de su antigua provincia número 53 (Sáhara Occidental). En lo que se refiere a la reivindicación independentista del Sáhara, España solía adoptar su tradicional neutralidad.

Pero, el Gobierno de Pedro Sánchez defendió abiertamente la soberanía marroquí sobre este territorio del polvorín magrebí, en detrimento de Argelia. Para imponer su hegemonía geopolítica en el Magreb frente a Marruecos, Argelia (que suministra mucho gas a España y desempeña un destacado rol regional en materia de lucha contra los flujos migratorios clandestinos provenientes de África para Europa) tuvo que implementar esta medida de presión contra España para recordarle la necesidad de respetar la autodeterminación del pueblo saharaui igual como se pretende defenderlo en Ucrania.

Conclusión

Esta conflagración ruso-ucraniana es la consecuencia casi previsible de una lucha geopolítica postsoviética entre Moscú y Nueva York. «En la génesis del conflicto en Ucrania se encuentra el propósito de EE.UU. de aislar y debilitar a Rusia […], con el objetivo de dividir a Eurasia, e impedir avances hacia una relación comercial (China, Rusia, UE) cuyo desarrollo no está controlado por Washington (P. Azopardo, 2022, p. 2). De allí, la financiación y el apoyo (técnico como mediático) a diversos grupos subversivos.

Se intensificó con la división de la sociedad ucraniana durante las elecciones de 2010. Por un lado, hay el grupo que aboga por una mayor rusificación del Estado y por el otro, son los partidarios de una mejor política de ucranización de índole europeísta. Los Estados Unidos y sus socios de la Unión Europea empujaron Ucrania a cortar los lazos con Rusia para integrarse en la Alianza militar euroatlántica (OTAN), lo que representa una amenaza para la Federación de Rusia. De allí, la operación militar rusa para desnazificar y desmilitarizar una Ucrania asediada por los neonazis (paramilitares ultranacionalistas) desde el golpe de Estado del 23 de febrero de 2014 llamado por eufemismo, «revolución de Maïdán».

España no ha quedado intacta frente a esta contienda desatada en el territorio ucraniano. España ha participado en esta guerra mediante unas instancias intergubernamentales: la OTAN y la UE. Pues, no sólo el reino de España ha financiado la guerra, brindado municiones y material militar a Ucrania sino también su ejército está involucrado en misiones disuasorias y de seguridad en los Estados bálticos, no lejos de Rusia. Por otra parte, se ha mostrado que los humanitarios españoles intervienen en las zonas de conflicto (en Ucrania) igual como en España en la acogida de los refugiados ucranianos.

El conflicto ruso-ucraniana ha tenido y sigue teniendo repercusiones humanitarias, económicas y geopolíticas gravísimas en España y, más allá, en los Estados occidentales. R. P. Azopardo evoca «un paulatino declive del llamado mundo occidental y la entrada de una era internacional «post europea» y en alguna medida «post occidental» para transitar a lo que sería la «era de Asia» (R. P. Azopardo, 2022, p. 2).

La reciente fragilidad energética de Europa en general y de España en particular viene a evidenciar la potencia energética de Rusia en Europa y de Argelia (principal suministradora de gas a España). Se supone que Argelia seguría asegurando el suministro de gas hacia España y no usarlo como arma geopolítica en la vecindad.

Referencias bibliográficas

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    1. Tratado Dos más Cuatro firmado por las 2 Alemanias (del Este y del Oeste) y las 4 potencias ganadoras de la segunda Guerra mundial (Estados Unidos, Unión Soviética, Francia y Reino Unido). Por este tratado se devolvió la soberanía de Alemania y por lo tanto su reunificación y la ida de las fuerzas extranjeras.